domingo, 6 de octubre de 2013

#SEPTUBRE

@serienfurecidos (ellas te comprenden)
Siento haber estado tan desaparecida últimamente y es que no he tenido un minuto libre. Podría poner la típica excusa de que he estado muy ocupada con los estudios, pero mentiría descaradamente. ¿Qué me ha pasado? No es muy común, la verdad. Sólo pasa una vez al año, siempre en la misma época. Cuentas los días en verano, desesperado, mirando sin parar el calendario como un lunático. Es una adicción. No, es mucho más. Y lo peor es que no sólo me pasa a mí, sino que he descubierto que mucha más gente padece esta enfermedad.

¿Aún no sabéis de lo que os hablo? Dejadme que os describa los síntomas. Ansiedad. Mucha. Tu ordenador se convierte en tu mejor amigo y los problemas del WIFI en tu peor enemigo. Nervios. ¿Qué sucederá? ¿Cómo comenzará? La imaginación vuela y tus conversaciones se vuelven monotemáticas. Haces apuestas. Defiendes y críticas sin piedad. Maldices, te muerdes las uñas y te enganchas a Twitter como si fuese un salvavidas.  Y cuando llega por fin es como la mañana de Navidad: esperanzas, ilusiones, sonrisas sin razón. Nada puede nublar el cielo ese día, ni siquiera las nubes.

¿Qué os estoy contando? Amigos míos, Septubre ha llegado. Si no eres un seriéfilo, pues te habrás quedado igual, así que aquí va una breve explicación. Las cadenas americanas de televisión estrenan la mayoría de las temporadas de sus series a finales de septiembre y a principios de octubre, un periodo de tiempo bautizado como SEPTUBRE  ¿Lo vais pillando? Y los que somos tan fans que no podemos esperar a que hagan el pésimo doblaje en español, las vemos al día siguiente en versión original. Por eso durante unas dos semanas, todos nos dedicamos a comentar los capítulos pilotos de las nuevas, en busca de alguna serie que remplace a las que ya han terminado, y continuamos con nuestras secretas adicciones de siempre.

Ya lo sé, mucha gente no entiende que te puedas enganchar a tantas series, pero dejadme deciros que me gustan mucho más que una película, puesto que la trama está más enrevesada y podemos ver cómo van evolucionando los personajes. Sí, insultas a los guionistas cada dos por tres y endiosas a tus actores favoritos. Es la guerra. Mucho más divertido ¿no? Y que quede claro que las series no se pueden comprar a los libros, no porque uno sea mejor que el otro, sino porque no tienen nada que ver.

Bueno, después del rollo que os he metido aquí van algunas sugerencias, por si aún no estáis enganchados a ninguna (¿Qué hacéis con vuestra vida?):

The Vampire Diaries

Elena Gilbert es una adolescente que se enamora de Stefan, un vampiro. Ya lo sé, todo muy Crepúsculo hasta ahora, pero os garantizo que es mil veces mejor. Sin embargo, su relación se complica cuando el hermano de Stefan, Damon (ésta es la razón de la que os hablaba antes, con él todo es mucho mejor), aparece dispuesto a todo para acabar con él hasta que topa con ella. ¿Por qué los dos hermanos se enamoran de Elena? Una chica de su pasado es la respuesta, y cuando vuelve todo salta por los aires.

No soportaréis a la protagonista si no os gustó Kristen Stewart en el papel de Bella Swan (espero que todo el mundo sea de esta opinión), pero sólo por la locura y las frases de Damon, la dulzura de Caroline y la sonrisa de Klaus (que conoceréis más adelante) merece la pena ver la serie. Si os engancha, después de haber terminado la cuarta temporada podéis empezar a ver The Originals (mi familia favorita, aunque de familia les queda poco), un spin-off de The Vampire Diaries.





Grey’s Anatomy

Durante la primera temporada se ven los primeros días de  trabajo de Meredith, Cristina (adoro a esta chica), Izzie, George y Alex en el hospital Seattle Grace. Los cinco médicos cirujanos internos están bajo las órdenes de la residente Miranda "La nazi" Bailey (sin duda, el mejor personaje de la serie). Además de los casos, se muestra como Meredith inicia una relación con el neurocirujano Derek Sheperd (con el cual se acostó sin saber quién era la noche antes de empezar), como Cristina inicia otra relación con el cirujano cardiotorácico Preston Burke, como Izzie y Alex flirtean y como George está enamorado en secreto de Meredith.

Vale, ahora mismo os estaréis preguntando qué hago con mi vida. ¿Quién ha podido con las 10 temporadas de esta serie? Sólo las amas de casa y yo. La verdad es que empecé a verla cuando era pequeña y me gustó mucho. No obstante, debo reconocer que a partir de la quinta temporada se hace muy pesada, sobre todo porque empieza a pasar algo que odio profundamente como cualquier seriéfilo: la mayoría de los personajes que comenzaron la serie la abandonan porque los actores acaban hartándose. No me extraña. Así que veo la serie cuando no tengo nada más que hacer.





Revenge

Emily Thorne, cuyo verdadero nombre es Amanda Clarke, regresa a los Hamptons para vengarse de las personas que causaron la muerte de su padre, David Clarke, y que destruyeron su familia. Cuando Amanda era una niña, su padre fue arrestado por cargos inventados de terrorismo, fue juzgado injustamente y condenado por traición a la patria. Él acabó muriendo en la cárcel y ella encerrada en un centro de detención juvenil. A sus 18 años es puesta en libertad, y Nolan, joven genio informático y amigo de su padre, la informa de que es heredera de parte de una sociedad en la que su padre invirtió y que ahora es millonaria. Entonces, Amanda decide cambiar su nombre por el de Emily Thorne y decide vengarse de los responsables de la caída de su padre, la poderosa familia Grayson, sin imaginar las consecuencias de sus acciones.

Revenge es una de esas series de la que te esperas de todo: cualquier cosa puede pasar. La trama cada vez se complica más, pero es bastante fácil de seguir. Y vamos a decirlo claro: ¡Emily es la puta ama y Nolan no se queda atrás!





Homeland

La serie sigue a Carrie Mathison (Claire Danes), una oficial de operaciones de la CIA que, que después de realizar una operación no autorizada en Irak, es puesta en régimen de prueba y reasignada a un centro de la CIA en Langley (Virginia). Mientras ella estaba llevando a cabo la operación en Irak, fue advertida por un activo de que un prisionero de guerra estadounidense se había unido al grupo terrorista Al-Qaeda. Durante una reunión Carrie se entera de que Nicholas Brody (Damian Lewis), un sargento de los Marines de EEUU que había sido considerado como desaparecido en combate desde 2003, ha sido rescatado durante una incursión en un puesto perteneciente al grupo terrorista de Abu Nazir. Carrie llega a creer que Brody es el prisionero de guerra estadounidense del que su activo en Irak estaba hablando. No obstante, el gobierno federal y sus superiores en la CIA consideran a Nicholas Brody como un héroe de guerra. Al darse cuenta de que sería casi imposible convencer a su jefe de poner bajo vigilancia a Brody, Carrie se acerca a la única persona en quien pueda confiar, Saul Berenson. Los dos deben trabajar juntos para investigar a Brody y evitar otro ataque terrorista en suelo estadounidense.

Aún no me ha dado tiempo de ver el primer capítulo de la tercera temporada, pero sabiendo cómo acabó la segunda, promete y mucho. La empecé a ver este verano mientras estaba en Oxford, porque allí todas las personas que conocí y que la habían visto no paraban de alabarla, de ponerla por las nubes, así que me dejé convencer. No me arrepiento. Sí, la trama es complicada pero Claire Danes es demasiado genial y demasiado loca como para no acabar cogiéndole cariño.




Scandal:

Olivia Pope (Kerry Washington) es una mujer fuerte y segura de sí misma, vestida siempre impecablemente y experta en solucionar crisis, que se dedica, junto a un equipo que ella misma ha formado, a proteger la imagen pública de la élite del país, evitando que sus más oscuros secretos salgan a la luz. Su punto débil: el presidente de Estado Unidos.

Con esta serie dudé, y mucho. ¿Por qué? Por la guionista, Shonda Rhimes, que por si no lo sabéis, también es la autora de Anatomía de Grey. No estaba preparada para otra serie con tanto drama. Pero al final pensé que todo merece una oportunidad. No me arrepentí. Sí hay drama y lágrimas, pero Olivia Pope, la protagonista, es la puta ama (otra Emily Thorne pero menos sanguinaria y fría), y eso no es discutible.  Y aunque sea prácticamente imposible, ella y el presidente acabarán juntos, sino me cargo a los guionistas. Quedáis avisados. 




1 comentario:

  1. Me ha encantado tu entrada y también tu blog. Me pasaré más a menudo por aquí!!

    Un beso enorme^^

    http://www.bloglovin.com/en/blog/7136165

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