viernes, 18 de enero de 2013

El diablo se hace con la victoria

Ya sé que no he hecho esto nunca, pero en clase de inglés me pidieron que hiciese una crítica sobre una película, y elegí hacerla sobre la archiconocida "El diablo viste de Prada", y la verdad es que me ha gustado mucho el resultado. Así que he pensado que a lo mejor podría hacer algunos posts sobre las series y las películas que más me gusta, igual que hice con los libros. Aquí os dejo ésta, a ver qué os parece. La verdad es que recomiendo la película, pero como leeréis en la crítica, hay cosas que no me convencen del todo.

Streep, Hathaway y moda en una misma película. ¿Una diosa de la pantalla y un bebé en pañales recién salido de Disney, juntos? ¿ A quién se le habrá ocurrido esta idea? Un cóctel tan explosivo no puede dejar a nadie indiferente. ¿Estará Hathaway a la altura de Streep? ¿Superará la estudiante a la maestra? Eso está aún por ver.


En el glamoroso mundo de Manhattan, Meryl Streep interpreta a Miranda Priestly, la desalmada editora de Runaway, una revista de moda. En el lado opuesto, tenemos a Andy Sachs (Anne Hathaway), una joven que aspira a convertirse en periodista y no tiene ni idea de moda. ¿Cómo dos mujeres tan diferentes terminan trabajando en la misma oficina? Pues Andy decide solicitar un empleo y Miranda, que necesita una nueva secretaria, la contrata. Debido a su nuevo trabajo, Andrea se ve obligada a cambiar su apariencia para complacer a su jefa. Así que poco a poco, ella se deshace de su estilo aburrido y soso, para convertirse en una joven deslumbrante. Sin embargo, su actitud también se ve afectada por su puesto: empieza a defender el carácter despiadado e insensible de Miranda, a traicionar a su novio y a poner su trabajo por encima de sus amigos. Al final, ella no es más que la esclava de su jefa, que le maneja como si fuera una marioneta, y una víctima de la moda. La pregunta es: ¿Se convertirá Andrea en Miranda?

La película aún no había comenzado, y Hathaway ya había perdido el partido. Era obvio para cualquiera. No podía hacer nada contra un monstruo como Streep. Y para confirmarlo, en la primera escena en la que aparecen juntas, Meryl devora literalmente a Anne. Y es que interpreta a la perfección una versión moderna de Cruela de Vil, cuya sonrisa te deja sin aliento. Sus gestos, sus palabras, sus muecas, Meryl Streep está sencillamente brillante, magnifique

Una actuación de Oscar. Sin ella, se hunde la película, las escenas se vuelven borrosas. Incluso el estereotipo de gay adicto a la moda o la rival de Andy, personajes que podrían haber funcionado muy bien, no son notables. Meryl Streep es la protagonista absoluta en el papel de puta, perdonad, quería decir de arpía. En lo que se refiere a Hathaway, reconozco que el guion no le era favorable, y que sin lugar a dudas, su papel carece de sustancia y resolución. Pero la verdad es que después de todo, ella se las arregla bastante bien.

La película es como un largo capítulo de Sexo & Nueva York,  lleno de tacones de Louboutin, vestidos de D&G y bolsos de Channel. Es la típica historia de una joven que llega a Nueva York para cumplir sus sueños. No esperes nada más que una comedia con algunos momentos de drama. Y es que llega a ser bastante divertida, sobre todo cuando Andy trata de satisfacer las exigencias de Miranda, pero en algunas ocasiones, la trama se vuelve rara, forzada y muy predecible. Sin embargo, sólo por las soberbias réplicas y la fría ira de Miranda, la película merece ser vista. Sé que no he sido demasiado justa, pero lo siento. Yo prefiero una actriz hecha y derecha, que una cara bonita. Mejor Streep que Hathaway, Maggie Smith que Kidman, y Freeman que Bloom. Así de claro.

Sólo podemos preguntarnos lo que Anna Wintour, editora de Vogue, habrá pensado sobre ser retratada como la reina de las nieves del mundo de la moda. Por el bien de sus empleados, espero que no se lo haya tomado demasiado mal.

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