lunes, 19 de noviembre de 2012

La estrella de mi noche


 Las estrellas han desaparecido entre las nubes, escondiendo su luz por una noche. Se parece a mis días. Una noche sin final y ninguna luz que la ilumine. ¿Te hablo? ¿No te hablo? Ya está aquí otra vez mi dilema. Empiezo a escribir, pero no me atrevo a seguir. Mi mirada se vuelve a perder en la oscuridad. Llueve ¿Cómo no? Llueve desde que te fuiste. Noche y día. Es como si el cielo también te echase de menos. Pero seguro que no tanto como yo. 

Deambulo por estas calles, que un día fueron nuestras, conquistadas a gritos y sonrisas. Ahora, vacías, llenas de sombras, sólo recuerdo el ruido de tacones sobre asfalto, el olor de tu pelo, el color de aquel vestido. Momentos que se van fundiendo en una niebla de recuerdos. 

Nada es lo mismo sin ti. ¿Acaso te llevaste la luz al marcharte? Todo aquí ha perdido color, brillo y vida. Quizá, fueses una estrella en medio de la oscuridad, iluminando su alrededor. Y ahora que te has ido, yo sigo aquí, sumido en una noche sin fin, sin esa estrella que por un instante hizo brillar mis días y mis noches. 



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