
Conversaciones
especiales, recuerdos inolvidables. Y es que de noche todo resulta más mágico ¿Por
qué? Yo qué sé. Quizá es que en cuanto la luz se va, cambiamos, nos relajamos,
somos más felices. Quizá sólo sea yo.
Desaparecen
los problemas, te sumerges en el mundo de los sueños. Divertidos, románticos,
horribles. Y siempre surrealistas. Un mundo sin horizontes, sin límites. En el
que cabe todo lo que puedas imaginar. Libertad de soñar, escribí una vez. Vives
otras vidas, descubres nuevos lugares y te reencuentras con personas olvidadas,
que ni siquiera te molestaste en conocer. Son segundas oportunidades, para
decir lo que no pudiste, para hacer lo que no te dejaron.
